martes, 18 de septiembre de 2012

El libro de septiembre: Homenaje a Terry Pratchett: El club de los... 72?

En los últimos tiempos ha estado de moda aquella famosa maldición de los 27 por la cual alguno de los artistas (preferentemente musicales, y preferentemente recientes) más afamados de la historia -Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, o hace muy poco Amy Winehouse- murieron a esa edad. Claro que siendo rockero, y con el consumo medio de drogas en esta subpoblación de la humanidad, tener al menos dos infartos antes de los cuarenta es un simbolo de status. Dicen que uno se hace viejo conforme observa que sus ídolos son más jovenes que uno mismo (algo que es dramáticamente fácil de conseguir si tus héroes lo son deportivos). A mí en cambio -aparte de que empiezo a constatar que a en ocasiones los personajes de mis historias empiezan a ser más jóvenes que yo- me pasa al contrario, que mis idolatrados van cayendo tras una larga vida y fructífera vida y a edades propias de Matusalén. Pero no dejo de quedarme menos triste por ello.
Esta idea me viene a la memoria dado que recientemente se cumplieron dos años de la muerte de Saramago a la muy envidiable cifra de 87 abriles. Pero tambien cayó, sin demasiada diferencia en el tiempo, Miguel Delibes a los 89 (después de una dura y larga enfermedad). Afortunadamente, el tiempo nos respeta a Eduardo Galeano, pero, como dijo Serrat sobre sus conciertos con Sabina, "nunca se sabe si este va a ser mi último concierto, el de Joaquin, o incluso el último vuestro, asi que vamos a a disfrutar y a no pensar mucho esas cosas". A Terry Pratchett, en cambio, el hecho de tener seguramente una de las mentes mas agudas e ingeniosas del pasado siglo no le ha protegido para que un Alzheimer algo precoz ataque sus neuronas en la sexta década de su vida y le haya inducido a que, mientras intenta terminar todos los libros que puede antes de que llegue la fatídica hora, se embarcase a realizar este documental sobre la muerte digna que le ha reportado varios premios y disparado una extensa polemica en el Reino Unido.
Nunca me han gustado los homenajes despues de muerto: todo parece bonito, todo el mundo te quería, nadie te deseaba ningun mal. Además, llegan siempre tarde: hemos aprendido a reconocer que Adolfo Suarez fue el mejor presidente de nuestra democracia cuando nuestros elogios ya no le sirven. De poco le valieron, tampoco, los homenajes a posteriori dedicados a Bécquer (aunque predijera con acierto que iba a ser así) o a Kafka. Decia un medico especialista en moribundos que uno nace siempre rodeado de medicos, enfermeras (y en ocasiones, añado yo, un padre histérico grabando con una camara de video) a pesar de que un bebé no se entera de nada, mientras que la mayor parte de las veces, los ancianos mueren solos, y en buena parte de las ocasiones conscientes de su soledad: más que homenajes, seguramente preferirán alguien que les acompañe en una casi siempre demasiado sobrecogedora cama de hospital.
Seguramente Terry no lea este tributo, claro: en castellano, en el maremágnum de Internet, por parte de un modesto admirador y con su cabeza tal como anda ahora mismo... Pero este post va dirigido a los que pueden hacerle inmortal: sus lectores, que pueden acudir a su obra, y escuchar las palabras de Terry, de generacion en generacion, y transmitir su recomendación a otros. Dicen que si bien la biología se comporta de forma darwinista, la cultura lo hace de forma lamarckiana: la manera que tenian los personajes de Bradbury de recordar los libros no es distinta de la tradicion oral con la que nacieron la Odisea o los cantares de gesta, o el modo en que los libros (a traves de manos salvadoras de incendios, monjes protectores u ocultos en escondites reconditos) han llegado a nosotros desde la Antigüedad. Y con ellos, todo el conocimiento humano.

No me quiero explayar mucho acerca de los libros de Pratchett (aunque sin duda lo acabaré haciendo), porque sin duda es mejor que os aproximéis directamente. Pero sí que os puedo dar unas cuantas indicaciones: ante todo, Terry es, sobre todo, y por encima de todo, un cachondo mental. No es una denominación extraña para alguien que tiene un invernadero de plantas carnivoras en el jardín, que en pleno siglo XXI se ha forjado su propia espada, y el cual defiende que el mundo seria un lugar mejor si hubiera mas orangutanes viviendo en él. Dice su biografía que empezo a trabajar en la sección de local de un periodico a los 17 y a las pocas horas ya habia visto un cadaver, lo cual desde luego (y en sus propioas palabras) es adquirir experiencia profesional de forma más bien rápida. Tambien, el hecho de trabajar durante mucho tiempo como representante de prensa de cuatro centrales nucleares debe contribuir en sobremanera a desarrollar un sentido del humor ironico, retorcido y algo macabro. La palabra que mejor lo definiría es, obviamente, inglesa: "witty", ingenioso, ágil, tanto que a veces va tan rapido que tienes que volver para atras para ver donde se habia quedado el chiste. Decia Bernard Shaw que si vas a contar la verdad, mejor que lo hagas con sentido del humor, o te matarán: y dicen tambien que el humor es la forma mas adecuada muchas veces de describir la realidad. Y en este sentido, también cabe decirlo de Pratchett: al lado de este tono de parodia continua y de humor inteligente en la mejor tradicion del estilo británico (muchas veces he definido el Mundodisco, ese universo particular que él se sacó del sombrero de hechicero, como una mezcla entre "El señor de los anillos" y los Monty Phyton), se encuentra muchas veces una profunda reflexión sobre cuestiones como la tolerancia, el perdón, el daño que los humanos sabemos  infligirnos entre nosotros, el sentido del deber o la solidaridad. Y de hecho dicen que sus libros fueron perdiendo muchas veces un componente fantasioso y eran cada vez más realistas, oscuros y lúcidos. No obstante, y aunque haya diferencias en la saga del Mundodisco (con sus mas de 45 títulos) desde el principio hasta el final, la seriedad y el humor se combinaban en ambos casos en buenas dosis, haciendo de este estilo unico e irrepetible una marca personal de la casa, y sencillo de reconocer para deleite de propios y extraños en cada ocasión.
¿Que es el Mundodisco? Bueno, es un planeta plano y circular que vaga por el espacio encima de cuatro elefantes, que a su vez se apoyan en una tortuga la cual (¿nada?, ¿bucea?) por el espacio sideral. Sobre este quelónido, se asientan sus continentes y sus océanos, sus seres humanos pululando, y tambien enanos, trolls, elfos, brujas, magos... los cuales desarrollan sociedades tremendamente parecidas a las de un mundo esférico y sin tortugas que seguramente nos sonará a los lectores. En e Mundodisco, hay un imperio parecido al chino, hay un continente remotamente similar a Australia, otro a Africa... Y luego, esta Ankh-Morpok, la ciudad protagonista de la mayor parte de las historias y parodia, como no (recordadlo, Terry Pratchett es britanico) de Londres. Ankh-Morpok es definida con una ciudad con un aire muy familiar... porque se nota que lo han respirado muchas familias antes. Con un río con un agua... tan poco liquida que no la llevan en cubos, sino en redes. Ya os podeis imaginar lo demas. Ankh-Morpok esta gobernada por el Patricio (un personaje tan agudo y elegante que el cine fue interpretado por Jeremy Irons), bajo el sistema de un hombre, un voto... el Patricio es el hombre, y el voto es el suyo. Sin embargo, el Patricio tiene aficion por hacerle creer a todo el mundo que son ellos los que controlan el destino de sus vidas, mientras el las dirige desde lo alto como en un tablero de ajedrez. A lo largo de la obra del Mundodisco, nos vamos encontrando con numerosisimas referencias sociales y literarias de nuestro propio universo: desde la Odisea hasta los Beatles, pasando por Conan el Barbaro, el periodismo, la magia o las guerras napoleónicas... como suelen explicar las contraportadas de sus libros (las ilustraciones suelen ser más bien bizarras y haceros creer que se trata de libros infantiles, pero creedme, son para jóvenes de 12 a 99 años), nada escapa a la inquisitiva pluma de tan hiperprolífico escritor. Sorprende tanta variedad, pero efectivamente, la ventaja de tener un mundo inventado es que todo es posible y puedes hablar de lo que te apetezca y te dé la gana. Y si se argumenta que Ankh-Morpok en un principio era mas medieval, bien es cierto que al final de la saga casi parece mas una ciudad victoriana (donde el Patricio ha conseguido que las cosas funcionen en la ciudad: no que funcionen bien, sino que funcionen), y que Pratchett puede aprovechar una lucha entre enanos y trolls para hablar del racismo y la tolerancia, o una rocambolesca aventura para criticar "el mayor crimen de todos, y que quizás por ello esta permitido: la guerra". Como decimos, todas las opciones estan abiertas, y eso es lo que le ha dado tanta versatilidad a la saga y le ha permitido progresar con el tiempo, convirtiendo a Pratchett en el segundo autor británico más vendido de la historia y (según una encuestra reciente) aquel cuyos libros se roban preferentemente en las grandes librerías de Inglaterra.
El Mundodisco no es una saga al uso: no hay un unico personaje principal. Hay muchos protagonistas, que se cruzan y comparten destino durante un tiempo, y a los que no volvemos a ver hasta varios libros despues. Sin embargo, no hace falta empezar por el primer tomo y terminar por el ultimo. Como dijo un crítico una vez sobre una de las obras de la saga: "sentía con este libro que habían empezado la fiesta sin mí; pero pronto me invitaron a bebidas, me ofrecieron un asiento, me presentaron a todos los personajes, y me hicieron sentir como en casa", así que podeis coger cualquier libro de la serie y comenzar; pero claro, cada personaje se encuentra tan solo en unos libros, y hay por tanto unas tramas o arcos argumentales (que podéis encontrar descritos en la Wikipedia) por si los queréis seguir. Entre los personajes mas famosos estan Rincewind (un aprendiz de mago fracasado el cual, aunque admite que huir de los problemas puede traerte más problemas, opina que siempre puedes huir de esos nuevos problemas, y por tanto ha desarrollado una envidiable capacidad de correr a toda pastilla); la Guardia de la Ciudad de Ankh-Morpok (especialista al principio en esconderse cuando intuían problemas pero que ahora se dedican incluso a mediar en disputas politicas y resolver casos de asesinato -han sido de los que más han evolucionado a lo largo de la serie-); la astuta e irreverente Tiffany Archer; el reconvertido (tras casi morir en la soga) ladrón de bancos Húmedo von Mustachen; los magos (adictos a la nicotina y a las buenas cenas); las brujas (capaces de dejarte seco sin usar la magia, tan sólo con una buena reprimenda o una poderosa mirada); y, quizas el mas omnipresente (lógicamente acorde con su papel, y que sólo dejó de aparecer en un libro del Mundodisco), la Muerte, con su guadaña preparada para llevarse a las almas cuando les llega la hora, sus comentarios que suelen poner punto y final (literalmente) a todas las preguntas, y progresivos intentos de entender a los humanos que nunca terminan del todo de fraguar. Con todo este desaguisado, ¿por dónde empezar? Yo caí en esta adicción cuando un buen amigo me prestó "¡Guardias!, ¿guardias?", y creo que es buen sitio donde arrancar -de hecho, los únicos libros que trato de leerme en orden son los referidos a la Guardia de la Ciudad-. Creo que, aparte de hacer un homenaje a Pratchett, os estaries haciendo un favor a vosotros mismos, garantizándoos horas de diversión durante muchos años.
En todo caso, cuando llegue la hora, seguramente Terry estara esperando a la Muerte con su sombrero de mago y comience una conversación llena de afilados comentarios donde la Muerte se pregunte si las frases las pone ella o las dice sólo porque el diálogo lo ha escrito el autor, y cavile sobre si eso puede llevar al final del tiempo o al inicio de otro universo... Será, sin duda alguna, una escena memorable. Lo bueno es que en la saga del Mundodisco (al menos mientras no se cumpla la maldición de que se termine, y de que nosotros nos lo leamos por completo) seguirá habiendo muchas más.

P.D. Ademas del Mundodisco, Terry Pratchett tenía tambien varios libros paródicos, incluyendo una saga sobre enanos, o una colaboracion con el escritor Neil Gaiman, "Buenos presagios", acerca del apocalipsis (con el dudoso record de ser el libro cuyos ejemplares han sufrido más percances a manos de sus lectores, incluyendo caerse en una bañera y ser ensambladas una a una las páginas de nuevo: sólo la historia de como se escribio la novela es una epopeya para partirse de risa), además de textos escritos en colaboracion con cientificos sobre las leyes físicas presentes en el Mundodisco (donde la luz viaja muy despacio, el tejido de la realidad se altera continuamente, el tiempo y el espacio se imbrican y la fé puede originar a los dioses).
Además, del Mundodisco se llevaron a cabo tres adaptaciones cinematográficas por parte de la BBC a partir de las correspondientes novelas. Para fans de todos los tipos. Quizás alguno de vosotros no sepa todavia que sois uno de ellos. Quién sabe...

P.D.2. En el momento que escribí este post, coloqué el título «la maldición de los 72» como contraste a la mítica maldición de los 27. No obstante, justo ese mismo día, me enteré de la muerte del entrañable actor Juan Luis Galiardo a esa edad. ¿Casualidad o destino? Dejo la respuesta es vuestras manos.

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